5 QMEV PROCESO DUELO I




Proceso: conjunto o encadenamiento de fenómenos, asociados al ser humano o a la naturaleza, que se desarrollan en un periodo de tiempo finito o infinito y cuyas fases sucesivas suelen conducir a un fin específico.

¿Qué dices? ¡Pareces un diccionario!

Pues sí, acabo de darte la definición de la palabra “proceso”, vale, te la repito por si antes no estabas suficientemente atento.



Un proceso es el conjunto o encadenamiento de fenómenos, hechos, sucesos, circunstancias, relacionadas con las personas o con la naturaleza y que se van produciendo a lo largo de un tiempo concreto que puede tener fin o no, este conjunto de fenómenos suelen llevar hacia una finalidad concreta.



Mejor ahora que lo he “traducido” al castellano, ¿verdad?

¿Por qué te he metido todo este rollo? Lo he hecho porque hoy empezamos a hablar de un proceso muy concreto. Los expertos lo llaman “Proceso del duelo”



¿Qué es un duelo?


El término duelo tiene su origen en el latín duellum, que significa “combate” o “guerra”.

No te preocupes, no vamos a hablar de batallas a lo largo de la historia de la humanidad. Pero sí hablaremos de una lucha concreta que es la lucha interna, porque el duelo no es más que eso, la batalla que se libra en tu interior tras una pérdida irreparable.

El duelo psicológico es una reacción natural y necesaria ante una pérdida. La pérdida ocasiona sufrimiento a quien la padece y el duelo aparece como el proceso mediante el cual la persona comienza a aceptarla y a comprender que deberá continuar con su vida.



El proceso de duelo es un conjunto de fenómenos que vive la persona a lo largo de un tiempo, este tiempo suele ser más largo del que uno quisiera, ya que la batalla interior es altamente dolorosa y desgasta mucho. Sin embargo es muy necesario hacer ese proceso tras una pérdida. De otra forma, la herida quedaría sin curar que no deja de supurar o una herida muy mal cicatrizada que tendría el gran riesgo de reabrirse en el momento que menos te lo esperas.


¿Recuerdas el título de la primera reflexión de “Y a mí, ¿Quién me enseña a vivir?”? Te lo recuerdo: No tengáis miedo.

Por supuesto y ahora más que nunca, no tengas miedo a caminar por el proceso del duelo. Como todo proceso tiene una finalidad concreta y es la de alcanzar la ACEPTACIÓN de la pérdida que has sufrido.

Aceptación es la palabra clave de todo esto. Pero vamos a ir paso a paso.



El proceso de duelo tiene varias fases o etapas.

No tengas miedo, vamos a dar el primer paso y a meternos de lleno en la primera etapa.



NEGACIÓN

En la vida todos hemos pasado, estamos pasando y/o pasaremos por momentos de dolor.

Algunas veces ese dolor será tan intenso que incluso llegue al desgarro. Sientes cómo algo te está rasgando las entrañas de arriba abajo, desde lo más profundo y se manifiesta físicamente con un dolor intenso en tu pecho que te oprime hasta dejarte sin aire.

Ante una sensación así, lo primero que haces es negar:

¡¡NO QUIERO SUFRIR!!

¡¡ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASÁNDO A MÍ!!

¿¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO??



Te da tanto miedo tener que afrontar el dolor que te niegas a entrar en él. Probablemente en parte es porque vivimos en una sociedad en la que se nos ha enseñado a apartar el dolor, a huir de él, porque no se te había dicho antes que se puede ser feliz en medio del dolor cuando das sentido a ese dolor.

No se te ha enseñado que el dolor te mete de lleno en una lucha que tiene sentido, que trae frutos, ni tampoco se te ha enseñado a cómo buscar esos frutos, cómo dar sentido a ese dolor.



¿Qué es el dolor?

Dolor es la emoción que se activa y que nuestra biología pone a nuestra disposición cuando los hechos nos duelen. El dolor es, por lo tanto, una emoción natural y muy necesaria. No la temas. Porque tienes dentro de ti los recursos y herramientas suficientes para afrontar esa emoción.



El dolor viene originado desde dos tipos de males: el mal físico y el mal moral.



El mal físico es una consecuencia de la finitud. Una característica de la finitud consiste en que cada perfección resulta también un límite. No se puede ser todo a la vez, igual que un círculo no puede ser a la vez un cuadrado. Sólo Dios que es infinito puede estar totalmente libre del mal físico

Como nuestra naturaleza es limitada cuando llegamos al límite aparece el dolor.



El mal moral, es una consecuencia del abuso que hacemos de la libertad.

El hombre no se dis­tingue del animal solamente porque es capaz de un mayor altruismo, sino también porque es capaz de una mayor malicia y de una más refinada crueldad. De hecho, si somos sinceros, deberemos reconocer que una gran parte de los males que deploramos son pro­ducto directo de la voluntad humana; por qué nos obstina­mos en buscar los medios de torturarnos, empleando en ello un ingenio y una tenacidad dignos de mejor causa



Solamente has dado el primer paso en este proceso, ¿Solamente? No, solamente no ¡Éste es un gran paso! El primero, el más difícil.

Mañana darás otro paso, y pasado mañana otro. Pero hoy quédate con el que has dado porque:



“A cada día le basta su propio afán”

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