14 QMEV - AMAR LO QUE ES

¡Menudo camino llevas recorrido! ¿Recuerdas cómo lo empezaste? Seguro que si ahora mismo echas un vistazo atrás, te sorprenderás de lo mucho que has avanzado por dentro y por fuera.
Al principio te negabas a tener que afrontar esa situación de dolor y de dificultad que se presentó en tu vida. Eso te enfadó mucho, incluso quisiste huir y no afrontarlo pero no podías. Te hundiste en la tristeza, en la angustia, en la desesperación.
Hasta que un día elegiste dar un primer paso al asumir que debías adoptar un papel activo en todo esto y comenzaste a trabajar la situación. Empezaste a caminar respetando tu propio ritmo y el ritmo que marcaban las circunstancias. Lo hiciste con confianza y mucha dosis de paciencia. Has logrado ver el lado divertido de la adversidad gracias al buen humor que por momentos se te escapaba, pero aún así no te rendiste.

Todavía no puedes predecir dónde está la meta exactamente. Sin embargo empiezas a apreciar destellos de que el horizonte ya no es tan inmenso. A sentir que algo en ti se está transformando y que ya no hay vuelta atrás.

Un día, cuando menos te lo esperas, percibes con nitidez cómo las piezas van encajando. Tu pasado con tus sentimientos, tus emociones, tus circunstancias, las reacciones de los demás, los encuentros y los desencuentros, la vida que ha transcurrido mientras morías por VIVIR empieza a tener sentido.
Estás justo en el punto en el que te encuentras de tu existencia gracias a todos los pasos que te han llevado hasta aquí. Ahora incluso los pasos más dolorosos empiezan a cobrar sentido.
El corazón se te ensancha ante este descubrimiento y surge en lo más íntimo de tu ser un sentimiento de profundo agradecimiento a la vida, a todo lo eso que te ha hecho llegar hasta el lugar exacto en el que te encuentras.

Una expansión súbita de amor brota dentro de ti. Sientes que amas la vida, amas lo que ES.
Has alcanzado el nivel de ACEPTACIÓN
Lo haces porque has logrado aceptar la realidad tal y como es y aprovechar lo que te trae para tu beneficio y tu provecho, para tu crecimiento.

¿Te das cuenta?
El amor es la clave de la aceptación.
El amor es la clave para descifrar el intrincado código que es la vida que nos zarandea con sus idas y venidas, en sus trae y llevas, en sus ilusiones y desencantos, en su realidad compleja incomprensible y misteriosa.
El amor es la clave para el desprendimiento.
El amor es la clave del perdón, perdón a ti y a todos los demás.
El amor es la clave para esponjarse con las pequeñas cosas.
El amor es la clave del saber esperar, de la paciencia y de la confianza.
El amor es la clave para levantarte cada mañana ilusionado ante lo que el nuevo día va a regalarte.
El amor es la clave para trabajar motivado y conseguir mejores resultados.
El amor es la clave para ponerte en pie cuando te vuelvas a caer, que será muchas veces más a lo largo de tu vida.
El amor es la clave para elegir y tomar posesión de ti mismo.
El amor es la clave para ser luz e iluminar a los demás.
El amor descongela

¿Te cuento una peli de niños?
Una profecía ha caído sobre un reino condenándole a un invierno eterno. 
¿Cómo?
Elsa, la princesa del Reino, nació con una cualidad muy especial: podía congelar todo lo que tocaba.
Esa cualidad era tan extraordinaria que el miedo a lo diferente, a lo desconocido, invadió su existencia. Sobre todo a partir del desafortunado día en el que hizo daño con ella a su propia hermana.
Desde ese momento Elsa puso todo su empeño en conseguir hacer desaparecer su cualidad y así desterrar el miedo que provocaba en ella y en los demás.
El miedo tomó las riendas. Dejó de ser ella quien dirigiera su propia vida.  
No logró hacer desaparecer su poder para congelar, cada vez era más fuerte y un día estalló porque ella ya no podía seguir auto-mutilándose más, luchando por hacer desaparecer su cualidad. Ya no podía seguir renunciando a ser quien era
No permitió que el miedo siguiera dirigiendo su vida, dejó de temer su poder y empezó a desbocarse.
Entonces, todo reino terminó congelado.
Hasta que un día, su hermana herida, se sacrificó su propia vida para salvarle a ella. Lo que sucedió después le hizo descubrir algo esencial:
El amor descongela.
El amor era esa herramienta que había buscado toda su vida para  gestionar su cualidad y convertirla en don, un regalo para ella y para todos los demás.



No renuncies más a vivir por miedo. Sé quien eres y actúa. Actúa desde el amor y actúa con amor. “Ama y haz lo que quieras”, decía San Agustín.


El amor salva al mundo. El amor salva tu vida. El amor descongela.

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