DIARIO: UNO DE TANTOS (5)

 Día 5



Hoy ha empezado el día con el baile de una enfermera y dos auxiliares de enfermería mientras medicaban y aseaban a mi nueva compañera, Castora y a Teodora. ¡Cómo ha molado!

También le han cantado la mítica canción de la familia Telerín "Vamos a la cama" 🎶

Empezar así el día tras una noche de lluvia y de interrupciones por estar pendiente de mi nueva compañera ha sido vivificador.

Después, desayuno y una buena charla con la persona que hoy ha entrado a limpiar la habitación.

Visita de otra neumóloga diferente a la que me visitó ayer, otro amor de persona y buenas noticias, estoy muy bien en todos los registros. Mi fatiguilla sigue ahí pero estoy mucho mejor de estado general. Aunque aún noto fatiguilla y molestias en la cabeza, en la zona ocular, pero más leve que ayer. ¡Y voy recuperando olfato!

Y de regalo... Una "¡foto!" Han venido dos radiólogas la mar de alegres y risueñas. ¡Qué puzzles tienen que hacer para poder pasar la máquina entre camas, sillas, palos de sueros....! Pero bromean de no necesitar ir al gimnasio ya. 
A ver si con la foto logro la "nominación" a abandonar la "casa".

Dicen que en esta segunda "ola" ya están más habituadas y saben organizar mejor su trabajo.

¿Habrá tercera ola? 

Si algo vemos claro es que el virus ha venido para quedarse, por lo menos por un tiempo y no corto.

Esta mañana he recibido noticias de varios positivos cercanos. De la primera ola solo conocí a una persona que lo pasara pero ahora estoy sintiendo el tsunami.

Y viene la pregunta del millón: "¿Donde lo has cogido?"

Algunos sanitarios, al conocer que soy profesora me dicen: "No digas más"

Pero realmente, ¿quién lo sabe? 
Yo me pregunto: ¿sirve de algo saberlo a estas alturas? 
O, por lo menos, ¿sirve de algo hacer mil cábalas en tu cabeza elucubrando dónde o cómo puede haber sido?

Las posibilidades son infinitas y elegí desde el primer momento no desgastarme en eso. Como me decía al principio del todo mi amiga Elena, estamos todos en el mismo barco. No merece la pena buscar "agentes culpables" ni tampoco lamentarse.

Sirven buscar soluciones, aprender a gestionar la situación cuando llega, que nuestros equipos de investigadores y médicos vayan descubriendo la mejor forma de atacar al virus cuando afecta a una nueva persona y que realmente todos nos concienciemos de que aquí, nos la jugamos todos a la vez.

Ha entrado un psicólogo en las habitación para ver a mis dos compañeras que han pasado por UVI pero nos ha pillado comiendo a Castora y a mí. 
Al preguntarle por su ánimo y esperanza ha dicho que ella está fenomenal porque tiene de su parte a la Virgen de Belén, patrona de su pueblo, Carrión de los Condes (Palencia)
El psicólogo de ha ido diciendo que esta habitación es la alegría de la planta. 
Pero después de comer se han llevado a Castora a otra habitación, solita para que esté más cómoda porque necesita un aporte especial de oxígeno con una máquina que llaman "de alto flujo" 🤔, y le ha dado muchísima pena. 
Antes de la comida me había mirado fija y pausadamente para decirme: "Te quiero" 
¡Buahhhhhhhh..... QUÉ REGALAZO!

¡Me siento envuelta por Dios a cada momento! Imposible no hacerlo con tantos regalos que recibo en cada oración que hacen por mí y mi familia.

Teodora lleva durmiendo casi día y medio pero después de comer ya no ha vuelto a dormir, me apena porque dormida sufre menos.

Hoy ha tenido un día bajo de moral y muy molesta por los diversos dolores de estar tanto tiempo en cama.

¡Qué bien le viene ser escuchada! Y cuánto amor recibes cuando das, porque Teodora me ha lanzado besitos, y siempre responde agradecida.
Lo que el mundo necesita es Amor.

Ayer dije que quería escribir sobre el Misterio.
Me refería a una pregunta que me hizo D. Manuel Sánchez Monge, actual obispo de Cantabria, hace unos 17 años y que me ha acompañado muchas veces a lo largo de mi vida: "¿A que cuando se está tan cerca del Misterio ya no parece tan imponente?"

Pues ahora el Misterio es el Covid. Está en mi carne y en mi sangre. Yo soy un número más en la lista de contagios y en la de ingresos por Covid. Estoy dentro del Misterio "coronavirus"
Da vértigo saber que vas a verlo desde dentro cuando conoces tu test positivo. Más cuando te acercas al hospital y entras por el recorrido Covid habilitado y ves en directo los primeros sanitarios con su EPI (lo del Epi y todo lo que supone me tiene fascinada). 
Y poco a poco, se pasa el vértigo y vas normalizando, eso no significa que tenga menor importancia ¡NO! ¡Es aún más grande de lo que creías! pero estás dentro, ya no hay espacio para la imaginación porque puedes observar, ser testigo de "casi" primera fila.

En Misterio Covid es la realidad del día a día de nuestros sanitarios.  Sus carreras por los pasillos no son solo metros y más metros. Y los contagiados dejan de ser un número y son aquellos sanitarios que te cuentan que ya lo han pasado en marzo y abril, y son Jose, Julián, Carlos, Pilar, Irene, Araceli, Teodora, Castora, Iván, Nines... y hay vidas y familias con ellas. Y las muertes ya no son solo cifras ni estadísticas por edades, las muertes son Historia, nuestra Historia. 




1 comentarios:

Noelia 20 de octubre de 2020, 12:41  

Debemos recordar siempre nuestra historia, la pasada y la actual. Me alegra saber que vas mejorando poquito a poco. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽 por todos

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